domingo, 22 de mayo de 2016




JARDINES DE CAN MANTEGA

    
    Situado en el corazón del barrio de Sants, en la calle Melcior de Palau ( que por cierto era la edición de libros lo que le hizo merecedor de poseer una calle con su nombre), es un parquecito agradable no por que sea nada del otro mundo sino porque es de los pocos que hay en dicho barrio y se le juzga con menos severidad.
    Está constatado que el nombre viene de una antigua masía sita en donde está el parque hoy día. Dicha masía subsistía hasta no hace mucho, digamos la década de los 50 del siglo XX porque conozco un bar del barrio donde hay una foto colgada de la antigua masía datada en dicha década. 
    La foto muestra una masía con pocas pretensiones, más una casa grande blanca que la típica masía de piedra del campo catalán que todos tenemos en mente; se observan en dicha foto unas huertas grandes con plantas que parecen tomateras porque van sujetas a las típicas cañas que se usan para que crezcan para arriba.
    Lo que más llama la atención de la foto de Can Mantega es la diferencia entre los 50 del siglo anterior y ahora: se divisa en otra foto del mismo bar una amplia imagen cenital del barrio y casi en su totalidad eran huertas, gran contraste con hogaño teniendo en cuenta que el parque está inmerso en un mar de edificaciones y que la huerta más cercana está a varios kilómetros de distancia.
    En general en toda España y en Barcelona en particular, la década de los 60 del siglo pasado (casualmente como la de los 60 del XIX) fue una década muy destructiva con el patrimonio existente hasta entonces y muy desconsiderada con la herencia que iba a dejar a las generaciones venideras.
    Es una de tantas penitencias de los países pobretones el desarrollismo sin ton ni son con tal de obtener momentáneos réditos económicos a costa de un empobrecimiento cultural per secular seculorum; pero no vamos a entrar en un tema socio - económico que daría para mucho pero que no es el objeto de este blog.
    Entrando a valorar el parque en sí mismo a día de hoy, yo diría que es un parque con cierto encanto recién renovado completamente e inaugurado hará cosa de dos meses.
    Me agradan especialmente la gran cantidad de pinos piñoneros que conserva, diría que de unos 40 - 50 años de edad (quizás de cuando se destruyó la antigua masía?), restos de la vegetación mediterránea original de la zona y de los contados pinos que se conservan hoy día en la ciudad.
   Embellece grandemente el parque una estatua posiblemente de mármol de un niño encima de un pedestal de unos 4 metros de altura que presenta una inscripción lamentablemente ilegible hoy en día en el frontal del pedestal. 
    Todo el conjunto del pedestal, inscripción y niño parecen bastante más antiguos que el parque en sí, aunque es una mera suposición mía sin base científica alguna.
    Con la última remodelación que he comentado antes han proveído al parque de una zona acotada para niños y para perros, sin que este comentario suponga ponerlos al mismo nivel.
    Así como en Nueva Zelanda hay más borregos que humanos, en Barcelona casi se podría decir lo mismo del mejor amigo del hombre: para dar acomodo a tamaña cantidad de canes el ayuntamiento se ve obligado a habilitar una zona para ellos afeando considerablemente los parques de la ciudad(por no hablar de la pestilencia y ruidos que nos regalan nuestros amigos los perros).












domingo, 15 de mayo de 2016



                          RAMBLA BADAL / BRASIL / CARLOS III 


           Fotos de la Rambla Brasil un domingo de mayo soleado: una mirando para abajo hacia la Rambla Badal y otra hacia arriba en dirección a la Rambla Carlos III.





    Por debajo transcurre un túnel que comienza en la Zona Franca y termina en Sarria.
    Por lo visto según me dijo un taxista hace unos pocos de años esta rambla no estaba cubierta y se podia ver el trafico desde arriba.
    Los pisos de la zona se han revalorizado varios miles de euros cada uno desde entonces gracias al evidente embellecimiento.